El horóscopo chino indica que el año 2021 es el año del buey, que se ve representada por la prosperidad a través del trabajo y la fortaleza.


Uno de los aspectos claves del año del buey está dado por las recompensas que se pueden obtener a través del trabajo duro, donde quienes se verán recompensados son todas las personas organizadas, pacientes y esforzadas. Ese es el espíritu que buscamos impulsar y promover cómo fundación.


El 2020 fue un año duro, donde solo unos pocos vieron aumentos en sus patrimonios personales, en desmedro de millones que vieron fuertemente perjudicadas sus arcas personales y familiares. Dentro de ese grupo hay miles de trabajadores que comienzan este nuevo año con la esperanza de que la economía se reactive totalmente y aparezcan oportunidades para laborar.


En ese grupo renovado de ilusiones se encuentran miles de trabajadores peruanos que agudizaron su situación de pobreza o cayeron en la misma por la falta de opciones para seguir desarrollando sus profesiones u oficios. Esos trabajadores tienen familias y actualmente se encuentran necesitados de la ayuda de quienes más tienen.


A diciembre de 2020, la tasa de desempleo en el Perú era de 15%. Con una población laboral de 24 millones de personas, ese porcentaje de desempleo equivale a más de 3 millones de ciudadanos que hoy no tienen trabajo. Esa es la realidad del país hoy. Más de 3 millones sin posibilidad de insertarse en el mercado laboral, arreglándoselas cómo puedan para alimentarse a sí mismos y a los suyos. Algunos venderán sus cosas, otros se buscarán empleos informales cayendo en la más absoluta desprotección de sus derechos laborales y otros serán magos, si tal cual lo lee, porque con una crisis económica como la que enfrentamos hay que hacer magia verdaderamente para comprar un kilo de papa o de arroz.


Estos miles de ciudadanos enfrentan el 2021 esperando que se cumplan los buenos augurios del trabajo duro, pero para comenzar de buena manera necesitan el apoyo de aquellos que pueden hacerlo. Ese primer impulso es lo que requerimos. Cuando un auto no tiene bencina no parte, por lo mismo, cuando un trabajador o trabajadora de nuestro país no tiene las condiciones mínimas para salir a emplearse es muy difícil que lo haga. Necesitamos tu colaboración, empatía y humanidad para “inyectarle bencina” a todos los que están mal, ayudarlos a salir de su hoyo y comenzar así el año del buey de la mejor manera.


Les deseamos a todos mucho trabajo, salud y equilibrio en sus desafíos personales y profesionales.

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